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A quien no le hace una buena magdalena de pueblo, de esas magdalenas esponjosas, magdalenas con copete con sabor a huevos camperos y a limón y naranja. ¿Te hace una magdalena esponjosa? ¿Quién diría no? ¡Nadie! Y es que, no hay mayor placer que un dulce a media tarde con el café, ¿verdad?

Estas magdalenas son de esos dulces que te recuerdan a la familia, a tu infancia y a personas especiales. Las hacía mi tía María. Por ello para mí son muy especiales. Mi tía María ha sido para mi una referente en mi vida. Una mujer luchadora, fuerte, valiente, trabajadora, pero por encima de todo alegre, positiva y con un corazón muy muy grande. Un ejemplo a seguir, de las que dejan huella para toda tu vida.

No hay mejor homenaje para hacerle que recordarla con una sonrisa y con una de sus magdalenas caseras que hacía. Hace años les pedí la receta y como un buen tesoro, hoy os la muestro a todos. Sin duda es la mejor receta de magdalenas caseras que he probado.

Aprovecha porque aquí te la revelo. Aquí encontraras toda la receta, paso a paso y con todo detalle y truco para que te salgan tan buenas como las que hacía mi tía en el pueblo.

Lo mejor, es que la podemos hacer con los niños y que te salen 80 magdalenas (tamaño pequeño) por menos de 8 Euros que te dan para 10 o 15 días, en mi familia no duran más !  Además se conservan fenomenal hasta 1 mes y si no las puedes congelar sin problema.

¡A cocinar se ha dicho!